Watain + In Solitude + Degial @Svandammshallarna – 24 de Agosto 2013
Se avecinaba una noche muy especial… una noche ritual para celebrar el lanzamiento del nuevo álbum de WATAIN “The Wild Hunt”. Un concierto único y en su ciudad, Uppsala, en la que colgaron el cartel de “sold out” y junto a dos bandas hermanas: In Solitude y Degial (también provenientes de Uppsala). Ya desde el medio día la pequeña ciudad sueca se tornó negra con una marcha constante de “metalheads” por todo el centro. La noche llegó y la ceremonia comenzó…
La primera banda invocada fue DEGIAL:
Con total puntualidad, 21.00 h, sonaban los primeros acordes. Un escenario con luces pobres, demasiado oscuro, y con tonos predominantemente fríos. El cuarteto se presentaba con estética pútrida y bañados en sangre, como si una banda de finales los ’80 resucitara de ultratumba tras un pequeño paseo por el infierno. El sonido, cañero pero no demasiado nítido.
Las guitarras se perdían demasiado entre los graves de bajo y batería. Una mezcla para los verdaderos seguidores de la banda.
Los temas se suceden sin tregua, sin presentaciones. La banda totalmente fría ante un público que sólo llenaba media sala, centrada en su música y prácticamente estática… se resume a unos simples headbanging de su bajista y su guitarra solista. El público respondió en consecuencia y sólo las primeras filas mostraron interés real. Los deathmetaleros se centraron en presentarnos su LP debut “Death’s Striking Wings”.
Con un concierto digno, pero que no pasó de ahí, opino que perdieron la gran oportunidad de abrirse mercado entre los seguidores de WATAIN (ya que claramente era su noche) y cumplir, para mi ententer, el objetivo principal de telonear una banda de sonido similar y público fácilmente captable.
Es tiempo para cambiar backline sobre el escenario, pedir en algunas cervezas, visitar los puestos de merchandise o comer algo (sí, montaron puesto en comida dentro de la sala, junto a una zona de descanso con mesas y sillas).
Tras unos minutos de interludio de piano (tocado en directo desde el pequeño altar montado en la zona VIP) y consiguiendo una atmosfera siniestra e inquietante (un sobresaliente en este aspecto por parte de los anfitriones que cuidaron hasta el más mínimo detalle), vuelve a agradarnos la puntualidad sueca. Son las 22:00 h, se invoca la segunda banda de la noche, IN SOLITUDE:
Desde que los chicos salen a escena podemos ver el notable aumento de interés y número de asistentes. Con las primeros notas de “Demons” comienza la fiesta y todos los ojos están en el escenario. Con un sonido notablemente mejor y unas luces algo más presentes que con sus predecesores, notamos como gradualmente van mostrando el potencial de la sala y que lo reservan para los cabezas de cartel de la noche.
Con una mágica “To Her Darkness” que nos transportó a otra dimensión, en la que Gottfrid (bajo) y Niklas (guitarra) se hacían cargo de los coros, queda patente que IN SOLITUDE ya tiene su público y que en directo siempre funcionan los singles, y más aún si están respaldados por un videoclip. La gente coreó cada estrofa y sin duda, terminó de arder el ambiente que tan pronto calentaron.
Nos mostraron un show potente, cercano al público y demostraron que IN SOLITUDE es una banda que cree en lo que hace. Disfrutan y son fieles a su música, defendiendo cada acorde, cada nota, cada solo… y eso, es lo que verdaderamente crea una atmosfera que te atrapa.
Como comprobamos con su setlist, se centraron en su último trabajo editado hasta la fecha “The World, The Flesh, The Devil”, sin dejar olvidadas algunas joyas de su primer álbum “In Solitude” como “In the Darkness” o “Witches Sabath”. Para esta noche especial, nos regalaron como adelanto “Sister” (homónimo del que será su nuevo lanzamiento en breves semanas). Es tema que en directo funcionan muy bien, un riff principal muy pegadizo y nos dejó con muchas ganas de que nos llegue el nuevo material de estos chicos, que hasta ahora, crecen exponencialmente con cada lanzamiento.
Se despidieron triunfales y nos dejaron con ganas de más. Pero como en toda la noche, los horarios se cumplían a la perfección y era el momento de liberar el escenario para el principal propósito de la noche. Comienzan los preparativos sobre las tablas y nos muestran el que será el templo donde asistiremos a la ceremonia de apertura de “The Wild Hunt”.
Para la ocasión, los blackmetaleros prepararon una puesta en escena algo más cuidada. Al tradicional templo que solían mostrarnos en giras anteriores le añadieron un telón enorme con el principal diseño interior del nuevo álbum, además de unas paredes decoradas con cadáveres y huesos de animales, coronadas por unos farolillos (iluminados por antorchas de aceite) con su clásico tridente. Podíamos ver que en el altar central, que en esta ocasión, a las características 11 velas acompañaban unos cráneos humanos. En lo más alto, ondeaba un enorme sol con un tridente central y dos cruces invertidas a ambos lados. En este aspecto visual, es donde verdaderamente marcan la diferencia con otras bandas. Se nota que cuidan hasta el más mínimo detalle y que la banda se involucra y da la importancia que realmente tiene.
Nuevamente, interludio de piano generando una atmósfera perfecta a la ocasión. La sala se llena por segundos y el cartel de “sold out” cobra sentido con público venido desde puntos de todo el planeta (Alemania, Finlandia, Australia, España…), aunque mayoritariamente de toda la geografía sueca. Un aforo de 1200 personas (confirmado por miembros de la propia banda anfitriona) y las gradas de la zona VIP totalmente ocupadas.
Son las 22.15 h, el escenario se torna negro. Comienza a sonar el intro tétrico “Night Vision”. Aparece en escena Erik portando una llama. Enciende las 11 velas del altar y los enormes tridentes de fuego que abrazan la batería, mientras, aparece el resto de músicos. El demonio del norte WATAIN ha sido invocado desde el abismo. Comienza el ritual.
Enlazan el intro con la rabiosa “De Profundis” (tal como nos lo encontramos en su nuevo trabajo “The Wild Hunt”). La banda se muestra con mucha fuerza, dejando claro que la noche es suya. Continúan con “Storm of the Antichrist” de su tercer álbum “Sworn to the Dark”, un tema que en directo suena demoledor. Pronto nos demuestran que en este ritual especial no se olvidan de sus primeros álbumes, regalándonos clásicos de su etapa más cruda y primitiva con “Rabid Death’s Curse”, homónimo de su primer LP, y “Puzzles ov Flesh” de su gran obra “Casus Luciferi”. Cuando suenan este tipo de temas te das cuenta que realmente se echa de menos esa primera etapa de WATAIN, pero que como es lógico y hasta cierto punto imprescindible para sobrevivir en la escena, la banda evolucionó al cabo de los años hasta lo que es hoy.
Como en casi toda la noche, Erik se dirige al público en sueco y nos es imposible enterlo. Tras unas palabras en su idioma natal, suena otro el aclamado “Malfeitor” extraido de su anterior LP “Lawless Darkness”. El público, que desde el primer segundo no nos dejaba casi ni respirar, disfruta con cada acertada línea del setlist.
Vuelven a centrarse en la presentación de su nuevo LP con el single “All That May Bleed” y nos muestran una nueva visión de este tema, que en directo es capaz de llegar a matices de violencia ocultos en una fría grabación.
Nueva propaganda en su idioma natal que no podemos entender, y casi sin esperarlo nos noquean con “Reaping Death”. Para un servidor, puede ser el tema más directo y fluido que tengan, y durante sus 5 minutos no nos da tregua. En los estribillos y perfectamente coordinado a las voces, iluminan la sala con llamaradas, colofón final para enloquecer más a sus devotos.
Volvemos un poco a un pasado reciente con su exitoso tercer álbum, el tema homónimo “Sworn to the Dark” y “Legion of the Black Light”. Este último marca otro punto de espiritualidad en la noche para público y músicos, ya que como es bien sabido, la letra hace referencia y es un tributo a Jon Nödtveidt (Dissection), quien era muy apreciado y se movía en el circulo cercano a la banda. Entre ambos temas, sonó “Wolves Curse” de su anterior trabajo “Lawless Darkness”, que para mi gusto, no fue una buena elección en el setlist.
Una vez más, suena nuevo material en la pequeña ciudad sueca. Es momento para “Black Flames March”, un tema a medio tiempo, pesado y que busca esa atmósfera tan ansiada por los blackmetaleros en sus últimos trabajos.
Siguen sonando temazos, haciendo un buen repaso de todos sus discos (cosa que realmente agradecemos), como “Devil’s Blood“, “Stellarvore” y “On Horns Impaled”. Aunque la banda suena mejor que nunca en su carrera, siguen arrastrando el fallo de los tempos que les acompaña desde siempre. Es una lástima ver como caen en picado las partes más pesadas o atmosféricas para convertirse en alguna ocasión hasta en aburridas. Creo que es un punto que deben cuidar más, ya que acentúan demasiado esos tempos lentos y llegan a perder su verdadero matiz.
Hay canciones que están hechas para el directo y que sólo alcanzan su máxima espiritualidad con la banda a pocos metros de tus narices exalando su esencia real. Es el caso de la mágica “The Serpent’s Chalice”. Con este himno, llevado a un nuevo nivel, clausuraron la ceremonia presentación de “The Wild Hunt”, dejando a los presentes completamente inducidos en trance.
Tras dos intensas horas de show, WATAIN abandona el escenario con una gran victoria más en su carrera. Con esta ceremonia única queda oficialmente presentada su nueva obra “The Wild Hunt”, que intuimos será el LP que definitivamente consolide a los suecos como la banda más grande de black metal en activo. Desde luego, están realizando un trabajo constante desde muchos años y con un objetivo claro, del que ya están recogiendo los frutos. Solo nos queda esperar que anuncien nuevas fechas por Europa, porque definitivamente allí estaremos.